miércoles, 15 de abril de 2015

Poema 13º: Poema V de "Llamas en la morada"

Poema V
del libro "Llamas en la morada"
de CANCIONES PARA UNA MÚSICA SILENTE, Siruela, Madrid, 2014

1 comentario:

ANABEL dijo...

Las inquietudes existenciales invitan a la búsqueda del silencio, ese silencio que transmite paz, reposo, pensamientos placenteros…; por eso la palabra debe callar, pues es el silencio quien toma la palabra, quien hace volar, no hay cabida para la sonoridad de las palabras.
El poeta afirma que vivir en los límites no le satisface (“bebiendo estoy … en los límites”), la nada constituye el todo, la búsqueda de la nada es lo que reaviva, lo que enciende la llama de luz de los sentidos, lo que hace renacer e infunde vigor transformándose en un todo.
Reaparecen, como en otros poemas de Colinas, las comparaciones entre el estado de ánimo y el paraíso natural, ese sendero donde le acompañan los álamos, el camino de la fuente …; es apetecible caminar sin rumbo (“sendas sin senda”) aún en medio de la noche, siempre acompañado por el silencio, que permite saborear el delicioso sonido de las hojas de un árbol rozadas por el viento, la luminosidad de las estrellas, o quizá el trino de algún pájaro aportando musicalidad. Por eso llora de felicidad, pues éste es el lugar que el poeta busca para recostarse y sentirse en plenitud, es el paraíso de ensueño que habita en esta vida, lejos del ajetreo, tan sólo hay que caminar para encontrarlo.