miércoles, 21 de enero de 2015

Conferencia de Tomás Néstor Martínez: "La palabra: simiente, conocimiento, música callada. La poesía de Antonio Colinas"

Reportaje de Simón Rabanal Celada

TOMÁS NÉSTOR MARTÍNEZ: "LA PALABRA: SIMIENTE, CONOCIMIENTO, MÚSICA CALLADA. LA POESÍA DE ANTONIO COLINAS"

“El pecho de un león son estos muros…”

Así empieza el primer verso del poema “Canto frente a los muros de Astorga” que leyó ayer el profesor Tomás Néstor Martínez en la conferencia que impartió a los alumnos de la Universidad de la experiencia en la Biblioteca de Astorga y que trató del poeta Antonio Colinas.

El ponente consiguió enhebrar con acierto vida y poesía. De ahí que su exposición tuviese una parte dedicada a mostrar los hitos de una vida que delimitan el despertar, la lenta maduración y la eclosión de una palabra, la poética, que, a su vez, traza la senda en derredor del conocimiento y la naturaleza como parte de su vida. Se acompañó de los versos del poeta, versos que reflejan ese espíritu abierto y lúcido como su poesía.

La vida que crece en la ribera, Riberas del Órbigo, simiente de una infancia de recuerdos; recuerdos y nostalgia de Córdoba, ciudad en la que vivió y que ahora, con el paso del tiempo, apenas reconoce, veinte años después; Madrid, ciudad de artistas; Italia, un nuevo espacio y un nuevo tiempo; Ibiza, la isla en la que vivió los años más felices. El poeta compone un poemario vital, de reconciliación, filosófico, fruto maduro de ese itinerario, con el que inaugura quizás una senda de permanente inquietud y, por tanto, búsqueda de la palabra y que culmina en el Canto X y XXXV de "Noche más allá de la noche".

La palabra del poeta, dice Tomás Néstor al iniciar el breve recorrido por los símbolos más usados por Colinas, es nueva, fundadora, germinal, precisamente por la fecundidad de esos símbolos, como la nieve, que representa el vacío, el no ser, el no saber, la nada; la piedra, asociada al tiempo, a la historia, el silencio, Misterium fascinans; la noche, con esa plenitud infinita, insondable, útero materno; la cima que simboliza el límite, lo sagrado; el jardín y ese mundo de misterio, de vida interior, de vida del espíritu; el invierno, la nieve, el agua, el camino, el mar,…, y todo ese mundo de significados que crecen desde el suelo nutricio que es la naturaleza.

La poesía está en la raíz del hombre porque el hombre nació con la palabra, es su modo de ser; a su lado, el peculiar semblante de nuestro nacer y morir, de esas antagónicas fuerzas que tiran de nosotros en lo que entendió Heráclito era el germen de las cosas. Colinas tiene mirada de filósofo y alma de poeta. Ese espíritu que en su último libro "Canciones para una música silente" abandona la palabra por el silencio y de él hace poesía. 
 “Sólo quisiera
escribir mis palabras con silencios:
escribir el poema sin palabras.
Sólo quisiera
musitar el poema
como plegaria de silencio
en el silencio.”

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